Venecia amaneció con sol y la temperatura, aunque fría, es más agradable que ayer. Nuevamente hoy fuimos a la Plaza San Marcos, alimentamos las palomas y nos fotografiamos frente al famoso Puente de los Suspiros. Nuestra visita a esta hermosa ciudad terminó como debía ser: con un paseo en góndola por sus estrechos e históricos canales. Fue una inolvidable experiencia que recordaremos siempre. Por la tarde, el tren nos traía hasta Milán en donde dormiremos esta noche. Felices sueños.
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