.

sábado, 18 de abril de 2009

Les vieux mariés

Voici une très belle chanson de Michel Sardou qui à cette étape de ma vie, m'interprète complètement. Mes enfants commencent peu à peu à quitter la maison et nous avons, ma femme et moi, une belle étape à vivre devant nous. Elle m'a donné, comme dit la chanson, de beaux enfants et c'est le temps de nous reposer et de... voyager"
La versión en francés y en español tienen versos muy emotivos para toda pareja que ya criados los hijos vuelven a encontrarse para seguir recorriendo y disfrutando juntos el largo camino de la vida, y como dice la canción: " de la mano te volveré a hablar de amor, el tiempo aunque nos ha envejecido, no ha hecho cambiar mi corazón."
Para disfrutar de esta bella canción de Michel Sardou, clic en la imagen

lunes, 13 de abril de 2009

Cuatro días fuera de casa (2)

Y me dieron diez días de licencia. pero, ¿cómo empezó todo? Bueno, pasé un sábado con fiebre y el domingo fui de urgencia al hospital. Afortunadamente el trámite fue rápido y a la media hora ya estaba de vuelta con el diagnóstico de un problema intestinal en retirada. Al menos eso dijo el médico. Lo cierto es que el día Lunes, mi pierna estaba hinchada y con manchas rojas que se expandían cada vez más por lo que decidí pasar al hospital, a urgencia, mientras iba camino al colegio. La atención fue rápida y despues de un exhaustivo chequeo, con voz de mando la doctora indicó a la enfermera : ¡Este Señor se queda hospitalizado! ¿¡Hospitalizado!? pe.. pe.. pero si yo iba por algún remedio contra una picada de insecto o qué se yo! Pero no. Quedé hospitalizado ... y con mochila y todo.
Luego de los exámenes de rigor me subieron a una camilla y ¡qué ganas de grabar el techo y las lamparas que pasaban por sobre mi cabeza!... si parecía que estaba en la serie del Doctor House, pero nunca dí con el menu video de mi celular , así que me lo perdí...
Después de recorrer pasillos y ascensor llegamos a la pieza asignada. Allí pasé cuatro días con absoluto reposo y pinchado cada cuatro horas ¡Ay!

sábado, 11 de abril de 2009

Cuatro días fuera de casa (1)

Pasé cuatro días fuera de casa muy bien atendido. Hasta con desayuno en la cama, ¿qué me dicen?. Después del muy temprano aseo matutino, sólo debía esperar a que el desayuno me fuera gentilmente servido para luego disponer de toda la mañana para mí. Leer el diario, dormir, escuchar radio o ver televisión se convirtieron en mis actividades favoritas. Al mediodía, creo que en años no había almorzado al mediodía, un menú muy sano, nutritivo y balanceado me daba las energías suficientes para dedicarme el resto de la tarde a una extensa siesta la que era interrumpida para dar paso a unas suaves onces mientras veía algún partido de fútbol internacional el que terminaba justo a la hora de la cena, la cual me devolvía las energías perdidas. Sí, fueron cuatro día muy bien atendido. Claro que hubo insomnio, dolores, fiebre, pinchazos y esas cosas, pero lo mejor de todo fue que hoy me dieron de alta y ya regresé a casa con medicamentos y mucho reposo. (continuará)