Que la vida va pasando rápido es una verdad indiscutible. Que vamos pasando etapas casi sin darnos cuenta es también otra verdad... hasta que alguien, por un saludo o por una pregunta, te hace darte cuenta que has venido cumpliendo años y que has pasado a una nueva etapa de la vida. Recuerdo que siendo un adolescente y estando aún en el liceo, en un viaje en tren, un escolar que quería llegar a su asiento me decía reiteradamente "permiso, señor, permiso señor".¡¡!! ¡Señor! a mí!!! pero si yo me sentía a años luz de ser adulto!!... sí, pero para él, yo era un adulto ..... supongo que ustedes deben haber tenido alguna experiencia parecida también. Ayer me pasó algo similar, o peor. Muy temprano acudí a un centro médico para realizarme algunos exámenes, sencillos, nada complicado, una toma rutinaria de sangre. Tras una corta espera, entro al box asignado y recibo de una joven enfermera un trato muy, muy deferente; -debo haberle caído bien o recordado algún familiar, pensé. La aguja.. ni la sentí. Me dolió más su pregunta: "¿Vino solito?" ¡¡!! "¿Vino solito?" Que familiar, ni caerle bien, ni nada!! Esa pregunta que le hacen a los adultos mayores me dolió. ¿Tan anciano me veo? No, no quiero todavía pasar a esa otra etapa pero pareciera que ya llegó?.🙈 Hubiera preferido sentir el dolor del pinchazo.
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