Una larga espera

Y así fue. Aprovechando el largo fin de semana viajamos un poco al norte, a la costa, hasta la entrada de la 4ta región. El tránsito vehicular no estuvo muy fluido por lo que el viaje tomó mas tiempo de lo presupuestado. Finalmente llegamos cerca de las tres de la tarde y lo primero fue buscar un buen restaurant donde almorzar. Lamentablemente a esa hora todo estaba completo, claro, fin de semana largo. Tras quince minutos de espera, nos dan una mesa. A las tres y media nos toman el pedido. Un cuarto para las cuatro nos traen las bebidas. A las cuatro, llega el pan y el pebre. A las cuatro y cuarto no queda bebidas ni pan ni pebre. Pedimos mas pan. Seguimos esperando... hasta que finalmente llega nuestro pedido. Todo muy rico, pero no pueden demorarse taaanto. Y además, no eramos los únicos en esperar. Otras seis mesas estaban igual que nosotros y frases divertidas iban y venían. A nuestro reclamo nos piden disculpas pero la cocina había colapsado. Y todo por un grupo de orientales que degustaron las variadas exquisiteces de nuestro mar.... a costa de nuestro tiempo. Así no hay salud!! o mejor dicho, así no hay hambre que resista!!!!