Entre tanto fútbol y compras navideñas, (más visitas al mall que compras en realidad), ayer nos dimos un tiempo para asistir a la última presentacón del Ballet Nacional Chileno (BANCH) en el Teatro de la Universidad de Chile, en Plaza Baquedano. El programado doble contó con dos obras "Efímeros" y "Plumas", cuya temática está centrada en lo inmaterial y en la relación de insectos y aves con el mundo humano. Fue un bonito espectáculo y con lleno completo, algo que no siempre se da a pesar de los precios accesibles, de lo céntrico del lugar y de lo fácil que es llegar en bus o metro. Personalmente creo que los espectáculos mejoran cuando hay un lleno completo pero hay cosas que se podrían evitar, como por ejemplo, que algunos pequeños corran por los pasillos durante el intermedio. Está bien, son niños; y muy bien que asistan desde pequeños a espectáculos artísticos; pero, ¿y los adultos? ¿Por qué los acompañantes, papá o mamá, tío o tía, abuelo o abuela, los dejan hacer y deshacer? Esta situación la he visto tantas y repetidas veces, también en otros lugares, que parece que la respuesta la conozco.
2 comentarios:
Esa respuesta se llama dejar hacer, muy utilizada por muchas familias.....
Cierto. La educación que recibimos nosotros fue menos permisiva.
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