Bueno, no fue tanto, pero igual no es nada agradable permanecer atrapado dentro de un carro de metro, aunque sea en superficie, esperando que el servicio se normalice. No lo es. Esta mañana, a pesar de haber salido de casa con el tiempo más que necesario, igual llegué tarde al trabajo. Todo iba bien, hasta que un corte de energía nos dejó detenidos por más de 25 minutos entre dos estaciones de superficie, sin poder avanzar ni descender. Sólo cabía esperar y secarse el sudor. Cuando la energía volvió el metro avanzó pero sólo hasta la siguiente estación. Allí se nos pidió evacuar el tren y luego de una espera de 10 minutos, evacuar la estación. Bajamos las escaleras y en la salida, personal de metro entregó el famoso boleto de evacuación. Nada mas recibirlo, los altoparlantes avisan que el servicio ya estaba normalizado. Me devuelvo, subo las escaleras y ya estoy de vuelta en el mismo tren. Salí una hora antes. Llegué una hora atrasado. Así no hay salud ni buen transporte.
1 comentario:
Es lo que nos dejó el Transantiago. La gente prefiere el metro, más seguro, confiable.. a pesar de las aglomeraciones. El constante uso trae estos problemas.
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