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sábado, 17 de septiembre de 2016

¡Se viene el 18!

Al igual que en muchos lugares de trabajo a lo largo del país, mi jornada laboral terminó hoy viernes,  pasado el mediodía, con una celebración "dieciochera" en la que todos los trabajadores compartimos unas ricas empanadas y un exquisito "terremoto". El "terremoto" se ha convertido ya en una bebida nacional y está compuesta de vino pipeño, (vino tradicional chileno),  helado de piña y unas gotas de granadina para darle el dulzor a gusto. Hasta ahora yo no lo había probado y como buen aprendiz de "sommelier" debo reconocer que me gustó, tanto como para pedir un segundo vaso, el que según supe, recibe el simpático nombre de "réplica". Como ven ambos tragos están  en perfecta sintonía con la cultura sísmica nacional. Por lo tanto, en estas fiestas patrias, a las ricas empanadas, choripanes y asado deberé sumarle varios "terremotos" con sus respectivas "réplicas", ¿ o no? ¡Salud, por Chile!
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1 comentario:

Fanático del Terremoto dijo...

Jajaja. Hay que tener cuidado eso si,
con la magnitud del "terremoto" el que
suele irse muy rápido a la cabeza.