El pasado sábado decidí ir hasta un mercado de la capital para comprar algunos productos para el almuerzo del día domingo. Recorrí primero los distintos locales hasta detenerme en una pescadería que me pareció tendría el salmón que en precio y tamaño yo estaba buscando. El vendedor, al ver que no me gustaba ninguno de los que estaban a la vista del público, saca desde debajo del mostrador un salmón que me ofrece como un producto fresco y de calidad. La verdad es que yo no sé reconocer un salmón fresco, pero éste era muy descolorido por lo que educadamente desisto de comprarlo. Ví su cara de enojo y cuando me estoy yendo escucho que me grita ."No tenís ni idea de pescado!", y nuevamente, como para ser escuchado por vendedores y público me grita: "Anda mejor a comprar porotos!"....! Continué con mi recorrido y en otro local compré todos los productos que buscaba. De vuelta a casa, riéndome, no cesaba de preguntarme: ¿Cómo supo ese vendedor que mi plato favorito son los porotos?
Para aumentar ponga el mouse sobre la imagen (La foto es solo ilustrativa)
1 comentario:
Jajajaja. A falta de salmón..
buenos son los porotos!!!
Publicar un comentario