El sol ilumina desde temprano y no hay nubes ni mañanas frías ni grises. A pesar de amanecer despejado el calor no es sofocante. La brisa marina refresca y me siento de maravillas. Hacemos las compras de la mañana y descubrimos que los precios de frutas y verduras, en este sector, sí están por las nubes por lo que aprovechamos un paseo por el centro de la ciudad para abastecernos. Por la tarde vamos a la playa, bloqueador y quitasol incluidos. Para sorpresa constato que la temperatura del mar ha subido y el agua resulta tibia en comparación a las frías aguas de los balnearios de nuestro país. ¿Será efecto del cambio climático? No sería la única sorpresa. Apenas ingresamos al mar, bancos de conchas de almejas bajo nuestros pies hacen desagradable el ingreso al mar. Una ola me bota y me hiero el pie con las filosas conchas. Avanzo un poco más y puedo disfrutar del mar. Hermosa tarde playera.
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1 comentario:
Cierto.Yo también encontre que, incluso más al sur
el agua no estaba tan fría como años anteriores.
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