Es extraño saber que nuestras vacaciones de invierno son en realidad vacaciones de verano insertas en el mes de julio mientras Santiago sufre de bajas temperaturas. La playa está a un paso del hotel y para llegar a ella hay que atravesar el sector de piscinas todas bordeadas de palmeras. El fuerte calor obliga a hidratarse muy seguido y para eso, hasta la playa llega personal del hotel preocupados si necesitas beber algo. El calor se diluye en el agua, por eso, hemos pasado la mayor parte del tiempo bañándonos en las tibias aguas del mar. Me siento en el paraíso ante la belleza del lugar donde estamos siendo atendidos a cuerpo de rey que nos hace olvidar el largo y cansador viaje desde Chile. ¡¡Que relax!! Vacaciones son vacaciones.
Para aumentar ponga el mouse sobre la imagen
No hay comentarios.:
Publicar un comentario