A pesar del sofocante calor y de la larga espera en una enorme fila de personas, prefiero ir siempre personalmente hasta una caja del banco para realizar mi "farkazo" en ayuda de la Fundación Teletón. Sé que sería más cómodo si lo hago por internet o por teléfono, pero ese sistema lo encuentro un poco frío, distante, que no permite a las personas empaparse del ambiente de generosidad que se vive ese día, en la forma que sí lo hace el realizar ese pequeño sacrificio de llegar hasta una oficina del banco. No ví toda la Teletón pero los testimonios que ví, me conmovieron por el sacrificio y espíritu de superación. Cuantas gracias debemos dar por nuestros seres queridos, familia e hijos. Cuán agradecidos de Dios debemos estar por todas las bendiciones que recibimos genersamente cada día. Cómo no ser generosos entonces en ayudar a quienes enfrentan tantas dificultades. Gracias a mi país por ayudar a alcanzar y superar la meta; el 3 y 4 de Diciembre Chile fue un sólo corazón.
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