El viaje de ida no estuvo exento de algunas turbulencias, especialmente al cruzar la cordillera y el aterrizaje fue tranquilo no sin antes experimentar cierta preocupación por la inclinación del avión al realizar el giro para tomar la pista de aterrizaje en Aeroparque. Una vez instalados en el hotel y después de almorzar en un bonito restaurant comenzamos un extenso recorrido peatonal por la gran ciudad. Al día siguiente conoceríamos otro Buenos Aires, ya más descansados, desde un Bus de Turismo. Fue un hermoso fin de semana en que pudimos compartir en familia y que recordaremos siempre. El domingo, de regreso a Santiago, el viaje fue tranquilo .... hasta sobrevolar la cordillera de los Andes.
Durante el viaje, cuando el avión se bamboleaba y se sacudía pensaba "no, no viajo más en avión" y cuando el viaje era tranquilo mi pensamiento era más positivo "sí, volaría de nuevo, si no es para tanto"... hasta que una nueva turbulencia me hacia otra vez cambiar de opinión. Tal vez para viajar deba hacerlo como dice Anne, nuestra amiga de Nice, a quien no le gusta viajar en avión y su teoría es hacerlo el día en que se pueda permanecer en altura esperando que el planeta Tierra gire para luego poder descender tranquilamente..... Durante el viaje, pensé mucho en tu teoría, Anne.!
Durante el viaje, cuando el avión se bamboleaba y se sacudía pensaba "no, no viajo más en avión" y cuando el viaje era tranquilo mi pensamiento era más positivo "sí, volaría de nuevo, si no es para tanto"... hasta que una nueva turbulencia me hacia otra vez cambiar de opinión. Tal vez para viajar deba hacerlo como dice Anne, nuestra amiga de Nice, a quien no le gusta viajar en avión y su teoría es hacerlo el día en que se pueda permanecer en altura esperando que el planeta Tierra gire para luego poder descender tranquilamente..... Durante el viaje, pensé mucho en tu teoría, Anne.!
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