Nos levantamos temprano hoy Lunes, -cosa que hacemos sólo de vez en cuando, para una última visita por el centro de Bruselas, a pesar de la leve llovizna matutina. Aquí siempre está nublado, eso dicen y se quejan de la falta de vitamina D y añoran días de sol. Tras el paseo, nos dirigimos por tren a la ciudad de Brujas, distante a una hora de la capital belga. ¿Qué decir de Brujas? Que es una hermosa ciudad de orígenes del siglo XI, por lo que el paseo es un viaje al pasado, un cuento mágico, al encontrarnos con una ciudad de bella arquitectura, con sus edificios históricos, sus canales y su aire romántico que la hacen ser la ciudad más visitada de Bélgica y recibir el nombre de la Venecia del Norte. En algún comentario de internet se dice que, como es una ciudad pequeña, mediodía basta para visitar Brujas. No opinamos lo mismo. A nosotros no nos bastó y quedamos con gusto a poco. Por la noche ya estábamos de vuelta en Paris. ... Queremos volver a Brujas!!!
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