Hoy decidimos alejarnos un poco de París para ir a conocer un lugar único en el mundo y un sitio, el más turístico y concurrido de Normandía: el Monte Saint Michel, con más de 3 millones de visitantes cada año. Nos levantamos hoy muy temprano para tomar el TGV (Tren de Alta Velocidad) hasta la ciudad de Rennes, distante unos 350 kms de París; allí un autocar, en un viaje aproximado de una hora y media, nos condujo directamente hasta el lugar señalado y finalmente un bus de acercamiento nos dejó al pié del monte. El Mont Saint Michel es un islote, unido a tierra firme sólo por una estrecha carretera y situado en una zona de altas mareas que dejan al monte completamente rodeado de agua. El buen clima (si se puede llamar buen clima a un frío penetrante pero soportable y a una lluvia que comenzó una vez terminada la visita) nos acompañó mientras subíamos las empinadas calles hasta llegar a la parte más alta del monte: la Abadía de Saint Michel, joya arquitectónica con bellos edificios de estilo románico y gótico. Tras la visita sólo queda respirar hondo, haber estado ahí, es un sueño hecho realidad. sábado, 18 de enero de 2014
Le Mont Saint Michel
Hoy decidimos alejarnos un poco de París para ir a conocer un lugar único en el mundo y un sitio, el más turístico y concurrido de Normandía: el Monte Saint Michel, con más de 3 millones de visitantes cada año. Nos levantamos hoy muy temprano para tomar el TGV (Tren de Alta Velocidad) hasta la ciudad de Rennes, distante unos 350 kms de París; allí un autocar, en un viaje aproximado de una hora y media, nos condujo directamente hasta el lugar señalado y finalmente un bus de acercamiento nos dejó al pié del monte. El Mont Saint Michel es un islote, unido a tierra firme sólo por una estrecha carretera y situado en una zona de altas mareas que dejan al monte completamente rodeado de agua. El buen clima (si se puede llamar buen clima a un frío penetrante pero soportable y a una lluvia que comenzó una vez terminada la visita) nos acompañó mientras subíamos las empinadas calles hasta llegar a la parte más alta del monte: la Abadía de Saint Michel, joya arquitectónica con bellos edificios de estilo románico y gótico. Tras la visita sólo queda respirar hondo, haber estado ahí, es un sueño hecho realidad.
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2 comentarios:
padrino me alegro mucho que esté descubriendo esos maravillosos lugares. Felicitaciones y muchos cariños desde Illapel.
Gracias por sus saludos Patita. Un gran saludo a todos.
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