Hoy fue un día de penosas contradicciones. Hace 36 años lo recibí en el escenario el día de su graduación y alegre, recibió su diploma de alumno graduado. Luego de un fuerte abrazo le deseé éxito y felicidad en su nueva etapa de vida. 36 años después, gracias a contactos que han perdurado en el tiempo, la triste noticia llegó afortunadamente hasta mí y mientras asimilaba su partida, recordé la graduación de 4to medio y la fiesta de despedida, último día que nos vimos... hasta hoy, cuando junto con algunos de sus compañeros de curso acompañamos a la familia en su última misa, en su despedida hacia la morada que el Señor tiene preparada para hombres como Iván.
1 comentario:
Mucha resignación ante una partida sin vuelta...
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