Así es. Este verano tomé una decisión y me inscribí en una Escuela de Conductores. La verdad es que nunca estuvo en mi mente hacerlo. Al no disponer de un auto propio la idea de conducir uno estuvo siempre lejos de mis pensamientos y más lejana todavía al ir avanzando en edad. El tránsito de una ciudad es infernal y yo ya estaba acostumbrado a los demorosos e incómodos viajes en el transporte de la ciudad y si era necesario mayor rapidez y comodidad, pues para eso estaban los taxis. Para salir de vacaciones a estas alturas yo valoraba más viajar cómodamente en bus a pesar de los horarios, pasajes y esas cosas por lo que tampoco me sentía atraído hacia la idea de saber manejar aunque la idea comenzó a revolotear hace un par de años.. y se concretó hace un par de semanas. Ya estoy dando pruebas online y asistiendo a clases teóricas presenciales con alumno(a)s muy jóvenes, unos imberbes que no saben nada de la vida. (Jajaja). Para que decir que fácilmente doblo en edad al mayor de ellos. Habrá que esforzarse en aprender; al menos en lo teórico, hasta aquí voy bien. ¡Bip Bip!
1 comentario:
Pues entonces, ánimo!!
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