sábado, 5 de mayo de 2018

Un diálogo reiterativo

Sentado en el primer asiento de un bus del Transantiago, fui testigo hace unos días, del siguiente diálogo entre un chofer, muy poco empático y un inseguro e insistente pasajero.

+ Pasa por la Alameda?
       - ¿Que dice el letrero? preguntó el chofer
+ Dice Alameda, respondió el pasajero
       - ¿Entonces?
+ Pero ¿me deja cerca de la Alameda?.
       - Cruzo la Alameda
   + Cruza la Alameda?     - Lo que escuchó; cruzo la Alameda.
   + Y se detiene, ¿ antes o después de la Alameda?  - ¿A que lado de la Alameda va?
   + Lo más cerca de la Alameda                               - Si quiere se baja antes o después de la Alameda.
Veinte minutos más tarde y ya a una cuadra de la Alameda, el diálogo prosiguió.
  + ¿Aquí es el paradero de la Alameda?            - ¿No dijo que quería lo más cerca de la Alameda?
  + Sí.                                                                   - Entonces espere que llegue a la Alameda
  + Pero este paradero dice Alameda                  - Pero yo me voy a detener en el otro paradero que sí
                                                                               queda en la Alameda, respondió enojado el chofer.
El bus avanzó y se detuvo finalmente en el paradero ubicado entre las dos arterias de la Alameda.
+ Aquí me puedo bajar? preguntó nuevamente el pasajero.
- Síii, Aquí es la Alameda!, le respondió a coro un grupo de trabajadores... Igual que en las películas.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizás no conocía bien la ciudad..