Fue largo el trayecto de regreso a Francia desde Barcelona. Activado el Eurail Pass ya no haríamos el tramo Niza-Roma ni Roma-París en avión sino que seguiríamos viajando en tren pues gracias a este pase ferroviario liberado podíamos bajarnos y subirnos en una ciudad que quisiéramos conocer, recorrerla y continuar luego nuestro viaje. Fantástico ! sólo que agotador! Así, conocimos Mónaco, Montecarlo, Ventimiglia, Génova, Pisa (la ciudad de la famosa torre inclinada) y Roma, la Ciudad Eterna. Para conocer bien un lugar es necesario caminar y nosotros dejamos los pies en la calle recorriendo esos lugares tantas veces vistos en libros de historia: el Coliseo Romano, el Foro, la Plaza de San Pedro, el Vaticano y la famosa Fontana di Trevi, donde por supuesto echamos unas monedas para así asegurarnos el regreso pues según la tradición, quien echa una moneda en la fuente, regresa a Roma. Y de regresar, claro que regresaríamos, pero había que continuar viajando, ahora hacia el sur.
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2 comentarios:
Cierto. Esas imágenes forman parte de
la vida de estudiante. Ojalá algún día pueda viajar..
Hola Luchín32. La vida quizás te regale
esa oportunidad. Hoy es más fácil viajar y hay
más facilidades. A no perder la esperanza.
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