Siempre que arreglo juguetes me acuerdo de mi padre. Con sus rudimentarias herramientas arregló, no tan solo para mí, sino más tarde también para sus nietos, aquellos juguetes que siempre quedaban a mal traer luego de terminadas las ansiadas vacaciones de verano. Con el paso del tiempo me di cuenta que poco a poco yo había ido tomando su relevo; primero con mis hijos y ahora con mis nietos. Reparar juguetes no es tan sencillo. Antes era más fácil; los de madera solo necesitaban pegamento y algún tornillo, los de plástico -que seria el nivel dos, se reparan con la gotita, y con los más sofisticados se hace lo que se puede. El último autito que reparé tuve que volver a repararlo tres veces porque mi nieto me argumentó que todavía estaba con la garantía de la primera reparación. Si sigo así tendré que cerrar mi taller. 😂
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1 comentario:
no se arreglar juguetes pero me parece
bonito que otros puedan hacerlo. felicitaciones.
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