Lourdes es una pequeña ciudad francesa ubicada en los Pirineos muy cerca de la frontera con España, famosa por las apariciones marianas que, según la tradición católica, tuvieron lugar en 1858 en la gruta de Massabielle, donde la Virgen María se apareció a Bernadette Soubirous. Este evento, junto con los milagros que se le atribuyen, la han convertido en un importante centro de peregrinación y un lugar de gran devoción religiosa. La primera vez que llegamos a Lourdes fue en Febrero del 2012 en pleno invierno y la ciudad estaba completamente bajo la nieve. La segunda visita fue tambien en invierno, en Febrero 2014, y en esa oportunidad la lluvia nos recibió y no nos abandonó durante toda nuestra estadía. La tercera visita fue en plena primavera, en Abril 2019, con días mayormente asoleados por lo que pudimos recorrer y conocer in extenso el santuario y la ciudad. Ir a Lourdes es un regalo que nos da la vida; un encuentro con la fe y un gozo del alma que nos hace agradecer las bendiciones que recibimos cada día.
La gruta es lugar de peregrinación y un lugar de respeto, silencio y oración que la convierte en un "trozo de cielo en la Tierra."
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1 comentario:
Hermosos viajes.
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