La conocí hace año y medio aproximadamente y la visité regularmente unas dos veces por semana. Sus exquisitos masajes hicieron que me volviera un adicto a ella y de aquella extraña primera experiencia pasé a ser uno de sus fervientes promotores. En un post anterior hablé de ese primer doloroso masaje y de los deseos de adquirirla. Lamentablemente no gané ningún premio para lograr eso, pero afortunadamente el tío Paul ayudó.
2 comentarios:
¿Quién es tío Paul?
Una forma de decir que debo pagarla en comodas cuotas, Jeje.
Gracias por leerme.
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