Con pena me despido hoy de
París, la ciudad más hermosa del mundo. En este viaje he recorrido, cual guía de turismo, sus principales atracciones y fotografiado cada bello rincón. Recordaré la subida a la
Torre Eiffel, el paseo en
Bateau-mouche por el
río Sena y los paseos por
sus bellos puentes, el Museo del Louvre, la Basílica del Sacré-Coeur, la Catedral de Notre Dame, los cafés del Barrio Saint Michel y tantos otros. La fotografía que acompaña este post, fue tomada un nublado día de invierno desde el campanario de Notre Dame donde subí por una empinada e interminable escalera de caracol. pensando mentalmente en Quasimodo y su amada Esmeralda... Desde lo alto me despido prometiéndome que al jubilar, volvería con mi esposa, sin imaginar que nuestro hijos nos darían una sorpresa antes de esa fecha... Mañana voy a Rouen a despedirme de mi amigo Bernardo.
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2 comentarios:
Bonito viaje que le dejó muchos recuerdos
Felicitaciones
Así es. Los viajes nos dejan siempre hermosos recuerdos.
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